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¡Esta sí que es picada!

   
 

¿Quién no vio alguna vez “Las abejas asesinas”, o escuchó el añejo fundamento de no matar al bicho volador porque dan miel? Bueno, ahora existen razones mucho más fuertes para cambiar la imagen pública del insecto: su veneno es saludable para el hombre.


Por Galo Errázuriz

En 1858, el médico francés Demarti fue el primero en utilizar la Apitoxina, o veneno de abejas, que hoy representa una de las mejores alternativas para el tratamiento de enfermedades a las articulaciones. El particular remedio, actualmente producido a gran escala industrial, presenta fenómenos antinflamatorios y antialérgicos que hacen de esta crema una de las opciones preferidas por los deportistas a la hora de tratar sus lesiones. Hematomas, inflamaciones, esguinces, tendinitis, contracturas musculares, lumbago, artritis, reumatismo y postoperados de ligamentos y artrosis son algunas de las dolencias que el medicamento, fabricado e investigado en Chile por la empresa Apitel, trata eficazmente de manera anestésica y regeneradora… Y todo de manera cien por cien natural. Más simpático y sano que la abeja Maya.

COMPROBADO. Las propiedades curativas del veneno de abejas, dueño de una vasta tradición que se extiende hasta la época griega, ha servido a destacados futbolistas en el tratamiento de complicadas lesiones. Es el caso del ex defensa de la Universidad de Chile e integrante de la selección nacional, Ronald Fuentes (cuatro operaciones a la rodilla derecha por una artrosis), quien asegura que una dosis de Apitoxina es mejor que cualquier pastilla: “Hace ocho meses que uso el remedio y me ha servido más que nada, incluso ahora estoy probando con un 0,6 %, lo que es muy fuerte. Es excelente contra el dolor y la reconstitución de tejidos, además que como es natural no presenta ningún riesgo”.

Otra prueba de la convincente reacción terapéutica del producto es el caso del actual lateral de Santiago Wanderers, Moisés Villarroel. Antes del mundial de Francia 1998, el jugador sufría una de las lesiones más típicas en la vida de un deportista: distensión de ligamento medial grado 3 (aproximadamente 6 centímetros de separación). El entonces kinesiólogo de la Roja, Fernando Zamorano, le aplicó la receta y en apenas 18 días el defensa estaba listo para entrar a la cancha.

En la opinión especializada, el médico Alejandro Orizola (profesional que estuvo mucho tiempo a cargo del primer equipo de la Universidad de Chile) no ha escuchado comentarios negativos por parte de sus pacientes: “Clínicamente se está usando mucho, incluso se está ocupando en vez del ultrasonido o el gel. En todas mis conversaciones con pacientes que han usado el veneno, todos han quedado satisfechos con su uso”.

TRADICION. Si bien hace seis años que Apitel estudia los efectos de la sustancia y recientemente entró al mercado con una crema confeccionada con la ayuda del departamento de Información Científica de Recetario de Farmacias Ahumada, este no es el resultado de la tecnología moderna. El producto final de la industria, después de un largo estudio de mitos que relacionan la experiencia médica con escritos de Hipócrates, Celse y más tarde por Galeno, además de los efectos positivos en la práctica, avalan un nuevo y revolucionario método para la recuperación muscular y el reforzamiento de defensas en el organismo.


CONSIDERACIONES MEDICAS. La apitoxina es un analgésico prohibido para aquellas personas que padecen de diabetes crónicas (específicamente consumidores de insulina), o también en mujeres embarazadas, personas alérgicas y menores de un año.

Contrariamente a lo que muchos pudiesen suponer la aplicación de este medicamento a través de una crema, tiene efectos totalmente diferente al de una picada directa de abeja. El aguijón produce infección y transmisión de posibles enfermedades, consecuencias que son evitadas a través de la utilización de la crema.

Mediante un proceso de cristalización, en la Apitoxina se eliminan las trazas de grasas nitrogenadas que son las responsables del dolor agudo cuando una abeja clava su aguijón.

LA FRASE

“La apitoxina ha tenido gran aceptación en el cuerpo médico. De hecho, hoy en día tiene una inmensa industria orientada a su elaboración y estudio”.
ALEJANDRO ORIZOLA, médico.